Ainda não me inspirei para escrever sobre a minha experiência em Jericoacoara, mas deixo as impressões do Marcos, el loco de Barcelona... um grande amigo que fiz nessa viagem.
Pienso en las razones que uno puede tener para visitar un lugar como Jericoacara:
un lugar ideal para practicar kite surf, o para hacer sunboard, o un lugar para simplemente "desconectar" del mundo?
Creo que todos los motivos son validos cuandos se trata de Jeri.
Pero la aventura de Jericoacoara comienza antes, antes de llegar.
Partimos desde Fortaleza por la manana y despues de casi 5 horas llegamos al pueblo de Jijoca, alli nos esperaria una "jardinera" (un jeep bus) que nos trasladaria a Jericoacoara.
Allì es donde comienza la aventura, el recorrido comienza con un tramo de trocha de color marron arcilla para luego entrar en pleno desierto de la Reserva nacional de Jericoacara, un caminito de arena blanca nos va dando una buena premonicion, el acceso esta restringido solo para boogies y 4 x 4 autorizados por la region y no hay transporte publico para ir desde Jijoca a Jericoacara, solo unas 4 x 4 que por 10 reales te llevan a Jeri.
Derrepente se revelan unas grandiosas dunas de arena blanca, derrepente un oasis, derrepente unas lagunas verdes,derrepente vacas y toros en pleno desierto, y derrepente estamos todos alucinados...silencio total...superamos las espectativas.
Llegamos al pueblo y nos comentan que no hay electricidad que alumbre las calles, esta prohibida, no hay correo, solo la luz de las casas alumbra indirectamente las pocas calles de Jeri, y las calles son de arena blanca, asi como lo oyen, aqui no hay pavimento, y la arena es la misma que encuentras alrededor de las dunas o en la playa, por lo cual solo se puede caminar descalzo o en sandalias, y al hacerlo tus pies se hunden en la arena.
Todo es muy tranquilo, no hay mansiones, ni centros comerciales, ni grandes clubes o discotecas.
La plaza principal es un campo de arena pesada en donde un pequeno estrado con un par de parlantes nos revela un evento, se esta homenajeando al gran poeta Cearense "Patativa", si, aquel de la literatura de cordel, al poeta de la calle, unas sillas de plastico alrededor y eso es todo.
Jeri es Sencilla, sin pretenciones, con gente que viene a desconectar, con gente que viene por unos dias y termina quedandose una vida como Irene la Capoerista Argentina, o Marcello el Pizzero Italiano, o aquellos que llegaron luego y fueron creando una de las 140 posadas de Jeri.
La playa principal es espectacular, el atardecer en la dunas es magico y el cielo!... bueno... el cielo y sus constelaciones es quizas lo mas espectacular.
Hay mucho por hacer en Jeri, recorrer las diversas lagunas, pasear a caballo, caminar, hacer deporte etc..pero lo que es prioritario en Jeri, es simplemente elevar los sentidos y percibir lo que este lugar desconectado del mundo tiene para ofrecer, aquella energia especial, cuando eso sucede, hay un riesgo, que te quieras quedar, muchos lo hicieron y muchos lo haran, yo al menos, desde el primer dìa, decidì que en un lugar como Jeri, solo una senal me dirìa "es tiempo de partir", ... creo que hay pocos lugares en el mundo como Jericoacara, y hasta ahora confirmo que es lo mejorcito que he visto en Brasil,...y asì, los dias fueron pasando, la senal llegò; dejo Jeri y me despido del companero Ronan que pega la vuelta para Minas.
Hoy escribo desde Sao Luis de Maranhao, desde otro Brasil, pero esa, esa es otra historia!.
Local Ceara - Brasil
un lugar ideal para practicar kite surf, o para hacer sunboard, o un lugar para simplemente "desconectar" del mundo?
Creo que todos los motivos son validos cuandos se trata de Jeri.
Pero la aventura de Jericoacoara comienza antes, antes de llegar.
Partimos desde Fortaleza por la manana y despues de casi 5 horas llegamos al pueblo de Jijoca, alli nos esperaria una "jardinera" (un jeep bus) que nos trasladaria a Jericoacoara.
Allì es donde comienza la aventura, el recorrido comienza con un tramo de trocha de color marron arcilla para luego entrar en pleno desierto de la Reserva nacional de Jericoacara, un caminito de arena blanca nos va dando una buena premonicion, el acceso esta restringido solo para boogies y 4 x 4 autorizados por la region y no hay transporte publico para ir desde Jijoca a Jericoacara, solo unas 4 x 4 que por 10 reales te llevan a Jeri.
Derrepente se revelan unas grandiosas dunas de arena blanca, derrepente un oasis, derrepente unas lagunas verdes,derrepente vacas y toros en pleno desierto, y derrepente estamos todos alucinados...silencio total...superamos las espectativas.
Llegamos al pueblo y nos comentan que no hay electricidad que alumbre las calles, esta prohibida, no hay correo, solo la luz de las casas alumbra indirectamente las pocas calles de Jeri, y las calles son de arena blanca, asi como lo oyen, aqui no hay pavimento, y la arena es la misma que encuentras alrededor de las dunas o en la playa, por lo cual solo se puede caminar descalzo o en sandalias, y al hacerlo tus pies se hunden en la arena.
Todo es muy tranquilo, no hay mansiones, ni centros comerciales, ni grandes clubes o discotecas.
La plaza principal es un campo de arena pesada en donde un pequeno estrado con un par de parlantes nos revela un evento, se esta homenajeando al gran poeta Cearense "Patativa", si, aquel de la literatura de cordel, al poeta de la calle, unas sillas de plastico alrededor y eso es todo.
Jeri es Sencilla, sin pretenciones, con gente que viene a desconectar, con gente que viene por unos dias y termina quedandose una vida como Irene la Capoerista Argentina, o Marcello el Pizzero Italiano, o aquellos que llegaron luego y fueron creando una de las 140 posadas de Jeri.
La playa principal es espectacular, el atardecer en la dunas es magico y el cielo!... bueno... el cielo y sus constelaciones es quizas lo mas espectacular.
Hay mucho por hacer en Jeri, recorrer las diversas lagunas, pasear a caballo, caminar, hacer deporte etc..pero lo que es prioritario en Jeri, es simplemente elevar los sentidos y percibir lo que este lugar desconectado del mundo tiene para ofrecer, aquella energia especial, cuando eso sucede, hay un riesgo, que te quieras quedar, muchos lo hicieron y muchos lo haran, yo al menos, desde el primer dìa, decidì que en un lugar como Jeri, solo una senal me dirìa "es tiempo de partir", ... creo que hay pocos lugares en el mundo como Jericoacara, y hasta ahora confirmo que es lo mejorcito que he visto en Brasil,...y asì, los dias fueron pasando, la senal llegò; dejo Jeri y me despido del companero Ronan que pega la vuelta para Minas.
Hoy escribo desde Sao Luis de Maranhao, desde otro Brasil, pero esa, esa es otra historia!.
Local Ceara - Brasil
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